Inicio > Blog Post > Beneficios del CO₂ biogénico: 4 sectores que están aprovechando las oportunidades mediante la monitorización precisa de las emisiones

Beneficios del CO₂ biogénico: 4 sectores que están aprovechando las oportunidades mediante la monitorización precisa de las emisiones

03. 04. 2025
ENVEA

Comprender y, lo que es más importante, medir con precisión las emisiones de CO₂ biogénico de su actividad empresarial puede traducirse en muchas oportunidades de negocio.

Para empezar, dado que las emisiones de CO₂ biogénico provienen de la biomasa, que es parte del ciclo natural del carbono, no contribuyen al cambio climático como lo hacen las emisiones de combustibles fósiles. Medir con precisión las emisiones de CO₂ biogénico de su actividad le permite cumplir en mayor medida con la normativa medioambiental y alcanzar los objetivos de cero emisiones netas.

 

Sin embargo, en aquellos sectores que deben monitorizar las emisiones de CO₂ biogénico, comunicarlas con precisión no solo es primordial para el cumplimiento normativo, sino que también ofrece la posibilidad de aprovechar al máximo los incentivos e iniciativas económicos asociados.

 

Analizamos cuatro sectores, todos ellos obligados a monitorizar las emisiones biogénicas, y exploramos cómo las empresas están haciendo de ello una ventaja competitiva.

 

1. Fabricación de cemento

 

La industria cementera es uno de los principales responsables de las emisiones mundiales, con 1600 millones de toneladas de CO₂ al año, alrededor del 8 % del total mundial. Ello se debe a que los principales procesos químicos que intervienen en la producción de cemento son intrínsecamente intensivos en carbono, pero esto solo refuerza la importancia de descarbonizar otras áreas.

 

Heidelberg Materials está inventando un «hormigón neto cero» que mitiga las emisiones mediante la captura de carbono en su planta insignia de Brevik (Noruega). Muchos otros productores de cemento están sustituyendo el carbón por combustibles de biomasa como los residuos de madera y los lodos de depuradora para calentar sus hornos. Estos desprenden entre un 5 % y un 15 % de CO₂ biogénico, lo que permite compensar las emisiones totales de gases de efecto invernadero.

 

CaptureMap señala que esta tendencia es mayor en Europa (5,8 millones de toneladas de CO₂ biogénico, frente a las 900 000 de Norteamérica). Muchas plantas podrán, así, prepararse para la eliminación gradual, por parte de la UE, de los derechos de emisión gratuitos para el sector en el marco de su Régimen de Comercio de Derechos de Emisión en 2034.

 

El compromiso con la transparencia de los procesos y el logro de la meta de cero emisiones netas es elogiable, pero también depende de una gran precisión de los datos. Esto es precisamente lo que el AMESA-B ha demostrado ofrecer de manera constante en los distintos sectores. El AMESA-B, un muestreador totalmente automatizado y conforme con la normativa, ayuda a determinar la fracción de las emisiones de CO₂ fósil y biogénico. El sistema AMESA-B recopila los datos de la planta durante un mes, los envía después a analizar a un laboratorio acreditado y los verifica.

 

2. Incineradoras de valorización energética

 

Las incineradoras de valorización energética (o conversión de residuos en energía) queman los residuos para producir calor y electricidad. Estos suelen ser residuos domésticos y pueden contener una mezcla de alimentos, plásticos, papel y otros materiales que no se pueden reciclar ni recuperar.

 

Las emisiones totales de CO₂ biogénico ascienden a 55 millones de toneladas, procedentes de 557 plantas de valorización energética en Europa, donde la incineración de residuos es mucho más habitual, y Norteamérica.

 

A partir del 1 de enero de 2026, el sector de la valorización energética en Reino Unido deberá comenzar a monitorizar, declarar y verificar las emisiones de gases de dióxido de carbono de efecto invernadero en Reino Unido. El sector tendrá que obedecer después al régimen de comercio de derechos de emisión a partir de 2028. En la UE, las incineradoras ya están obligadas a declarar las emisiones y también tendrán que limitarlas a partir de 2028.

 

El sistema AMESA-B ofrece avances tecnológicos para la metodología actual de muestreo. Este sistema de muestreo continuo, automatizado y aprobado por Ofgem, solo requiere sustituir un cartucho de muestra al mes.

 

Lea el caso práctico en el que ayudamos a una incineradora con sede en Portsmouth a demostrar que sus emisiones de CO₂ biogénico superaban el 50 % con ayuda del AMESA-B, lo que le permitió optar a los certificados de obligación de utilizar energías renovables (ROC).

 

 

3. Producción de papel y pasta papelera

 

La fabricación de papel y cartón genera importantes emisiones de CO₂ biogénico. En Norteamérica, 140 fábricas de papel declaran 108 millones de toneladas anuales, mientras que en Europa, 137 papeleras emiten 69 millones de toneladas. Las calderas de recuperación, que queman un residuo orgánico llamado «licor negro» para recuperar productos químicos valiosos que se pueden reutilizar en el proceso de reducción a pasta, representan dos tercios del CO₂ biogénico.

 

La fabricación de papel es, además, intensiva en calor. Alrededor del 60 % de su energía proviene de la quema de biomasa, incluida la agramiza, que son residuos de madera sobrantes de la fabricación de pulpa virgen. Si bien los avances en materia de bombas de calor podrían reducir algún día las emisiones de los procesos, International Paper prevé aislar 120 000 toneladas de CO₂ biogénico al año en el marco de un proyecto piloto de captura de carbono en colaboración con Amazon. Otros están experimentando con convertirlo en etanol.

 

4. Generación de energía a partir de biomasa

 

La biomasa es la mayor fuente de energía renovable a escala mundial, con casi el 55 %, pero el sector no es monolítico. Las plantas utilizan varios combustibles diferentes para distintas aplicaciones, produciendo energía solo para calentar. Algunas también se construyeron específicamente para la biomasa, mientras que otras se han reconvertido desde el carbón. Esto significa que la proporción de CO₂ biogénico puede variar mucho más de lo que cabría esperar, lo que aumenta la importancia de las mediciones precisas.

 

En Europa hay un total de 146 instalaciones que emiten un total de 50 millones de toneladas de CO₂ biogénico al año. En Norteamérica, alrededor de 380 emiten 30 millones de toneladas al año. La central eléctrica de Drax, en Reino Unido, aporta el 11 % de la energía renovable producida con biomasa del país y ha realizado grandes inversiones en la captura de carbono. También está explorando aplicaciones innovadoras para los gases de combustión capturados, como el cultivo de proteínas para la alimentación sostenible de los peces.

 

5. ¿Quiere subirse también al tren del CO₂ biogénico?

 

Declare con precisión sus emisiones de CO₂ biogénico con AMESA-B, un sistema que obtiene muestras de forma continua de los gases de combustión mediante un método conforme con la norma EN ISO 13833 para lograr una precisión y trazabilidad inigualables. La búsqueda de fugas antes y después del muestreo garantiza un caudal de muestreo preciso, mientras que el sensor a prueba de fallos evita la sobresaturación del cartucho para ofrecer resultados fiables.

 

BLOGS RELACIONADOS

Hawk-eyed analysis of ambient air pollution from wildfires

Researchers across Europe are taking to the skies to learn more about the impact of wildfires on air quality. As part of a three-year project, the European biomass burning project (EUBURN) research mission led by the Centre National des Recherches Météorologiques (Météo-France / CNRS) is flying airborne laboratories equipped with scientific measuring instruments over fires supported by ground-based MiniMPL lidar to for smoke layer height information.