Incluso las plantas de cemento más avanzadas se arriesgan a sufrir pérdidas económicas por los errores en sus datos de CO₂ biogénico.
Los sistemas obsoletos de monitorización de las emisiones de carbono son vulnerables ante problemas como las fugas no detectadas y los cartuchos sobresaturados. Estos contratiempos, aparentemente pequeños, suelen derivar en la generación de informes de emisiones sesgados, el fracaso de las auditorías o la pérdida de oportunidades de comerciar con los derechos de emisiones.
Con el endurecimiento de la normativa del Reino Unido y la UE, la precisión de los datos de las plantas de cemento ha dejado de ser una mera aspiración: es un requisito estratégico. Los operadores del sector del cemento que ya están familiarizados con las obligaciones de supervisión y notificación buscan cada vez más soluciones que les ayuden no solo a cumplir con esas obligaciones, sino también a generar valor comercial de los datos que reportan.
Si está estudiando el impacto que tendrá la normativa ambiental de 2025, no deje de estar al tanto de todos los detalles de los próximos cambios.
El coste del compromiso de los datos de CO₂ biogénico
Muchas plantas de cemento miden ya las emisiones de dióxido de carbono, pero no todos los sistemas producen datos de igual valor. Hay dos riesgos a menudo ignorados que pueden tener graves consecuencias económicas: las fugas del sistema y la saturación del dispositivo de adsorción.
Las fugas causan problemas al permitir que el aire ambiental se mezcle con los gases de chimenea durante la obtención de una muestra. Eso puede diluir la muestra y generar una fracción biogénica de CO₂ artificialmente elevada, puesto que el aire ambiental contiene cantidades inapreciables de CO₂ de origen fósil. Asimismo, las condensaciones en las líneas calefactadas pueden provocar pérdidas de CO₂, lo que se traduce en un sesgo de la muestra en relación con la composición ambiental. En ambos casos, estos efectos pueden distorsionar la medición de las emisiones de carbono y dar lugar a informes imprecisos, riesgos de incumplimiento de la normativa o asignación incorrecta de créditos de carbono.

La sobresaturación representa una amenaza diferente. Cuando un cartucho alcanza su capacidad, no puede absorber más CO₂. Esto conlleva la infranotificación de las concentraciones de CO₂ y podría obligar a repetir el análisis de las muestras o invalidar los informes anteriores.
En una fábrica de cemento que gestione 100 000 toneladas, incluso un desvío de la precisión del 1 % podría suponer un coste anual de más de 45 000 USD por valor de los créditos de carbono no contabilizados. Si los incumplimientos o los informes no válidos obligan a incrementar el número de pruebas o de visitas a las instalaciones, los costes se elevan aún más.
Para descubrir las ventajas económicas de llevar a cabo todos estos procesos con éxito, consulte nuestro riguroso análisis de los beneficios empresariales de medir el CO₂ biogénico con precisión.
Cómo aborda el muestreador AMESA-B los dos puntos de falla principales
Eliminación de fugas mediante comprobaciones automatizadas de la integridad
El muestreador inteligente AMESA-B incorpora funciones integradas de detección de fugas que verifican la integridad del sistema antes y después de la obtención de las muestras. Estas comprobaciones se basan en pruebas de caída de presión que se ejecutan de manera automática sin la intervención de ningún operador. De este modo, se logra detectar las fugas a tiempo e impedir que las muestras se contaminen.
Estos protocolos de detección de fugas se ajustan a la norma EN ISO 13833, que exige que la tasa de fugas permanezca por debajo del 5 % del caudal de muestreo. Dicha norma se usa en todo el mundo como referente de calidad en los muestreos a largo plazo de gases de efecto invernadero.

En un estudio en la vida real, los sistemas basados en comprobaciones manuales mostraron una variabilidad de la fracción biogénica de entre el 5 % y el 10 %. Tras la instalación del muestreador AMESA-B, la variabilidad se redujo a solo un 5 %. El diseño en dos fases del sistema comprueba tanto las conexiones de la sonda como la integridad del sellado alrededor del cartucho, lo que proporciona unos datos mucho más precisos.
Para descubrir los motivos por los que la precisión importa a la hora de medir las emisiones de carbono en el sector del cemento, lea el artículo en el que analizamos por qué la precisión en las mediciones de CO₂ es ahora más importante que nunca.
Control de la saturación para evitar las penetraciones
Es complicado detectar manualmente un problema de saturación en una planta de cemento. Un cartucho podría parecer funcional, pero no estar captando todo el CO₂. Una vez que se llena, no puede realizar su función y se produce la penetración del dióxido de carbono.
El muestreador AMESA-B evita ese riesgo mediante la regulación del caudal en tiempo real gracias a un controlador de caudal másico que lo ajusta entre 5 y 50 ml/min en función de las condiciones de las chimeneas. La monitorización de la saturación se lleva a cabo con la ayuda de un sensor de penetración de CO₂ colocado tras el cartucho de adsorción.
Cuando el cartucho se acerca al límite de su capacidad, el sistema alerta automáticamente a los operarios para que procedan a su pronta sustitución. Así, se mantiene una eficiencia de captación de más del 98 % y se eliminan del proceso las estimaciones a ciegas.
Esta medida de seguridad puede ahorrar a las cementeras más de 120 000 USD al año al evitar las series de muestreo no válidas, minimizar el número de cartuchos usados y garantizar la continuidad en las declaraciones.
Ya analizamos el modo en que esta tecnología está generando valor en diversos sectores en nuestro artículo sobre cómo se están beneficiando cuatro sectores de la monitorización precisa del CO₂ biogénico.
Resultados demostrados sobre el terreno: Heidelberg Materials en Suecia

La precisión no es solo un objetivo teórico. En la planta de cemento de Slite (Suecia), Heidelberg Materials implantó el sistema AMESA-B a lo largo de un periodo de 12 meses de monitorización continua. Los resultados hablan por sí mismos:
- Exhaustividad de los datos del 99,7 %
- Menos de un 2 % de desviación entre ciclos de muestreo
- Certificación de más de 300 000 toneladas de CO₂ biogénico para su uso en bioenergía con captación y almacenamiento de carbono (BECCS)
Estos resultados demuestran la ventaja operativa y comercial de los mecanismos sólidos de seguridad. En situaciones de prueba paralelas, otros sistemas fueron incapaces de ofrecer la misma sistematicidad.
Diseñado para cumplir la normativa y generar ingresos en forma de créditos de carbono
El sistema AMESA-B no es solo una herramienta de monitorización, sino también una solución que garantiza el cumplimiento normativo y la generación de ingresos, cuyo desarrollo se ha hecho en consonancia directa con la evolución de los requisitos de la Agencia Medioambiental del Reino Unido, el régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE) de la UE y las futuras normas en materia de seguimiento, notificación y verificación.
Los registros de auditoría, los volúmenes de muestreo, los ciclos de sustitución y los datos de presión se registran y almacenan de manera automática en formatos accesibles y preparados para su presentación ante los organismos reguladores. Esto permite una rápida verificación y reduce enormemente la carga de la documentación manual. De hecho, los operadores que utilizan el sistema AMESA-B han observado una bajada de hasta el 73 % en el número de incidencias detectadas durante las inspecciones con respecto a las instalaciones que usan sistemas manuales.
Si su equipo se está preparando para afrontar la fase 4 del RCDE de la UE o cumplir con las normas de seguimiento, notificación y verificación del Reino Unido en 2028, el sistema AMESA-B ofrece una plataforma que ya se ha anticipado a las demandas de esos marcos normativos.
Próximos pasos
Conozca las repercusiones económicas que tiene disponer de datos de CO₂ biogénico más precisos para su planta de cemento con nuestra calculadora de CO₂ biogénico gratuita. Esta herramienta proporciona una aproximación instantánea en función de su tonelaje y de los parámetros de notificación.
Para consultar un desglose técnico más detallado del proceso de muestreo, los requisitos legales y la lógica de seguridad, descargue nuestro libro blanco del CO₂ biogénico. Contiene casos prácticos, datos de ejemplo y una práctica lista de pasos que poder seguir dirigida a plantas de cemento, valorización energética y biomasa.
Si su empresa está lista para valorar la implantación, visite la página del producto AMESA-B, en la que podrá consultar las especificaciones del sistema, las opciones de instalación y los datos de contacto de nuestro equipo técnico.
Con la oportunidad de generar ingresos a partir de los créditos de carbono y el endurecimiento de la legislación, la monitorización precisa del CO₂ biogénico en el sector del cemento ya no es una cuestión técnica: es una ventaja competitiva.
