Una planta siderúrgica quería mejorar la eficiencia de su alto horno mediante la supervisión continua de sus aplicaciones de inyección de carbón pulverizado (PCI). Cuanto más precisa sea la inyección de carbón, más eficaz y estable será el proceso de combustión, reduciendo la posibilidad de paradas del sistema. Tras implantar el sistema DensFlow, la planta pudo optimizar los costes de combustible y estabilizar su producción, lo que se tradujo en una eficiencia máxima en toda la planta.
La tecnología PCI es un método utilizado para controlar la cantidad de carbón inyectado en los altos hornos durante el transporte en fase densa, en el que el carbón pulverizado se transporta desde el almacén hasta el horno. Diseñado para reducir costes al permitir el uso de carbón más barato en lugar de fuentes de combustible más caras como el coque, consiste en inyectar carbón pulverizado directamente en el alto horno a través de toberas junto con aire caliente. Este carbón inyectado actúa como combustible suplementario, proporcionando calor adicional para el proceso de fundición.
Los principales retos de la acería consistían en garantizar un PCI eficaz y constante en los altos hornos, manteniendo al mismo tiempo una combustión óptima y reduciendo los costes. La variabilidad del flujo de carbón provocaba ineficiencias, una combustión inestable y un aumento de los gastos de explotación. Para resolver estos problemas, la medición precisa del caudal másico era fundamental para estabilizar el proceso de inyección, minimizar el uso de nitrógeno y reducir la abrasión en los sistemas de transporte en fase densa.
Nuestra solución DensFlow ofrecía una forma fiable y sin mantenimiento de mejorar el control de la PCI de la planta. La solución DensFlow, que supervisa continuamente el flujo de carbón con protocolos de comunicación estándar del sector, utiliza un tubo de medición hecho a medida con extremos embridados para evitar obstrucciones y la acumulación de residuos. Este diseño favorece una producción estable, optimiza los costes y garantiza una fácil integración del sistema, lo que la convierte en una opción muy eficaz y fiable para la gestión del flujo de carbón a largo plazo.
La medición continua y precisa de la inyección de carbón ha permitido a la planta mejorar su eficiencia global y su sostenibilidad. Tras instalar el DensFlow, la planta pudo reducir los costes de combustible, lograr una mayor flexibilidad en el uso del carbón y reducir sus emisiones.
Los sensores, que no requieren mantenimiento, eliminaron los costes de funcionamiento, mientras que la compatibilidad con las aplicaciones PCI existentes facilitó la retroadaptación y la integración, lo que dio lugar a una actualización perfecta que ha transformado el funcionamiento de la planta.