Ahora, Raiffeisen puede confiar en una protección robusta y de alta fiabilidad contra el sobrellenado de contenedores, además de disfrutar de un rendimiento óptimo del deslizador con un tiempo de inactividad reducido o nulo.
Gracias a su diseño duradero y a prueba de procesos, y a su sistema de medición sin contacto, el ProGap 2.0-BS fue fácil de instalar y no necesita mantenimiento, lo que se traduce en una forma rápida, fluida y muy eficaz de optimizar el proceso de mezclado.
La planta puede afirmar con seguridad que ha aumentado la eficiencia y reducido los residuos, lo que refuerza sus credenciales de sostenibilidad.