El gasCO2 biogénico o de chimenea de carbono neutro puede deducirse del inventario de gases de efecto invernadero de cualquier empresa, que es obligatorio para la presentación de informes en virtud de diversas normativas.
Parte de la conversión de residuos en energía puede considerarse renovable, debido a la presencia de compuestos orgánicos en los residuos incinerados. La cuestión es, por tanto, cuánto de esteCO2 es biogénico y, por tanto, cuál es la huella de carbono real del calor o la electricidad producidos por las plantas de incineración de residuos o de hornos. Anteriormente estimada, esta proporción puede medirse ahora con precisión gracias a AMESA-B, basada en el principio de datación por carbono 14.
Al diferenciar entre dióxido de carbono biogénico y fósil, la empresa puede cuantificar sus emisiones reales de gases de efecto invernadero y su huella de carbono.
Permite medir la proporción deCO2 fósil y biogénico (en %), así como la cantidad de emisiones deCO2 fósil (toneladas/año).